Hablar de racismo en el siglo XXI, es cada vez más polémico. No solo es el color de piel, ni la forma de hablar y donde naciste. Deberíamos partir de la educación, pobre, mísera y triste que no tiene nada que ofrecer. Los peruanos gozamos de esta educación generación tras generación. Formando buenos empleados que no saben reclamar sus derechos. Dispuestos a trabajar todo el día por un miserable pago mensual.
Como explicar a un niño que todos “somos iguales”, si le decimos al vecino negro, cholo, gringo, chino, etc. Enseñarle que solo por no tener dinero, ya estas excluido. No podrás contar con una buena educación y buenos servicios para velar por tu salud.
Si es que tienes suerte, solo te podré dar una educación técnica. Para que aprendas a usar la computadora, o para que sepas inyectar y medir la presión. Que solo conocerás el mundo en alguna revista o fotografía. Y seguro tú también le dirás eso a tu hijo.
Racismo en mi Perú, es la música que escuchas, donde compras tu ropa y que lugares frecuentas. Si te gusta el Folklore eres cholo, si prefieres la cumbia o la chicha eres un delincuente. Pero si vives en la Molina o en San Isidro debes ser de muy buena familia. Si señores así es mi Perú.
Tenemos a quien culpar. Te has preguntado porque sucede esto. No, verdad. Pero la respuesta es simple, todos somos culpables. El no ayudar a tu hermano, el esconder lo que sabes y envidiar al que se esfuerza. Esta es la consecuencia que en la actualidad exista racismo en nuestro amado país, una fusión viva de razas y culturas.
Tan rica y excelente tierra de nobles. Lugar que muchos lamentan haber nacido, pero quienes miran de fuera, desean regresar. Donde desprecias tu cultura y otros la veneran. Pero esa cadena de ignorancia que aun no podemos romper, nos ciega de la maravillas que este hermoso país nos regalo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario