domingo, 6 de diciembre de 2009

"NUNCA PODRE OLVIDARTE"

La historia de un hombre que no pudo soportar, la traición de su amada.

Con el rostro pálido, las manos temblorosas y palabras entrecortadas, Alejandro Moran Galván pide que Dios lo perdone. Alejandro un ex soldado del Ejército, se encuentra llorando en medio de una comisaría, en Chosica. Todos lo miran y se preguntan, porque un hombre con ese porte llora como un tonto.

El ex soldado es abordado por tres Sub.- Oficiales, quienes tratan ayudarlo. El solo repite una y otra vez, yo la amé. Sin embargo, se trata de tranquilar, toma un fuerte respiro y dice entre lágrimas, lo confieso soy culpable, yo la maté.

La policía se mira uno a otro, sin entender. Cogen fuertemente de sus brazos aquel hombre y, se lo llevan. En aquella pequeña habitación, mientras todos lo miran y le hacen mil preguntas. El solo cabe en decir: Yo la amaba, pero no pude perdonar su traición.

La sombra de los pastizales, esconde la hermosa silueta de María Cárdenas Arriola, una joven de 21 años. Con la boca abierta, como si te contara quien fue el culpable. Después de confesar Alejandro su horrendo crimen, fue lo que encontró la policía la noche del miércoles.

“Yo la amaba mucho, ella lo supo siempre. Creo que por eso, siempre se aprovechó de mí”, Fue lo último que todos escuchamos esa noche. Sin embargo, las investigaciones arrojarón una gran sorpresa. María había planificado matar a su novio.

“Su novio mucho le pegaba”, comentaban los vecinos al enterarse de su muerte. Pero el principal móvil, fue que se había enamorado del sub. Oficial, Eugenio Ruiz Vargas de 42 años.

La mañana del miércoles, María visita a su amante en la VII - Región Policial, dependencia donde el trabajaba cerca de dos años. Ellos almuerzan y bebe unas cervezas, en un restaurante de la Victoria. Mientras espera el descuido de Eugenio, para robarle la pistola de marca Pietro Beretti, calibre 9 mm., para terminar con la vida de su novio.

En la tarde de ese mismo día, después de planificarlo todo. Ella busca muy cariñosa y romántica la compañía de Alejandro, para ir a un Hotel. Después de unas horas, acuden a un bar, donde al consumir mucho alcohol, se marcharon y empezó la discusión.

“Ella saco un arma de su bolso y llorando me gritaba que no me amaba, le dije que se tranquilizara. Pero, no me hacía caso. Hace mucho tiempo estoy con un verdadero hombre me decía. Le di una cachetada, ella tiro el arma. Fue cuando yo la tome y le pedí que me repitiera todo. Lo último que me dijo: No te amo maldito. Le abrí la boca y le di seis balazos” confesó Alejandro.

María perdió hace un año a su padre, al recibir un balazo por un Policía. Y hoy deja en el abandono a un niño de cinco años, quien tiene una triste mirada y, no se explica donde esta su madre, buscándola entre la multitud. El Sub. Oficial, afronta la trágica pérdida de su amante. Además, un proceso administrativo y disciplinario abierto por su comando, donde estuvo a punto de ser expulsado.


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